ETAPA 4
VILAFRANCA DEL BIERZO – O’CEBREIRO
30 km.
Pues ahí la teníamos, etapón, la reina de los mares, la innombrable. Salimos de Vilafranca con frio y viento, pero parecía que sin lluvia, aunque solo parecía… A los 3 kms me encontré con un chaval de Ciudad Real que ya iba reventadito, me comento que tenia tendinitis y que no sabía cómo acabaría la etapa, aunque yo ya me lo imaginaba…, viendo como acabo ese día, suerte si llegó con vida…
En seguida pare a desayunar algo con el chaval de Ciudad Real y Angela (chica USA), mientras hablábamos se sentó con nosotros lo que parecía al principio un borracho de bar y luego resulta que era Caballero Templario. Su nombre Vojimir (Vladimir en polaco), el tío con una copa de orujo nos explico su vida de hospitalero y sus 15 peregrinaciones a Santiago. Al acabar nos disponíamos a proseguir el camino y el nos pregunto si podía acompañarnos y cargo su mochila y su chaqueta tejana se unió a nosotros. El chico de Ciudad real se quedo atrás y ya no supe más de él, Angela tiro un par de metros por delante así que Luis y Vojimir: amigos para siempre.
Yo andaba y él hablaba, que el cansancio es psicológico (tiene razón, en parte), que para llegar a Santiago solo se necesita una palabra UTREIA (sí, claro y el copón de orujo de antes). Después de intentar aumentar mi ritmo y demás decidió encenderse un cigarro y le dije que el con su paso de Caballero Templario y sus 15 años ya me pillaría, desconozco si llegó a hacer su 16ª llegada, si paro en un bar, nunca más supe de él…
Por la ribera del Valcarce, acompañado de agua y frio empecé a hacer km ya en solitario. En una cuneta encontré una rama que utilice de bastón y me acompaño todo el trayecto (suerte de ella). La subida de O’Cebreiro es como una etapa del Tour, primero unos kms de desgaste en subida y cuando crees que estas en lo peor aparecen las cuestas que te fulminan. La subida a la Faba son 4 kms de subida por subidas de piedras totalmente embarradas, se te hacen infinitas. Ahí empecé a tirar fuerte y a adelantar a gente que se quedaba clavada. Después de la Faba quedan 2,5 kms más de subida más suave y los últimos 2 para llegar al Alto del Cebreiro. Esos 5 kms largos fueron horribles, lluvia, cansancio y la sensación de que te falta el aire. Al llegar arriba solo quieres llegar al albergue y tumbarte.
El albergue estaba lleno, si, si como lo lees, lleno. Mojado y con dudas de que hacer. Las dos funcionarias que estaban en la mesa de recepción se limitaban a decir “no se” y “ese no es mi problema”, después de maldecir un rato me cambie los calcetines empapados y decidir seguir andando los 5,5 kms que quedaban hasta el siguiente albergue. Pues nada un frio intenso, lluvia y mucho viento. Después de 2 horas y pico de bajada y lleno de barro llegue al albergue de Hospital de la Condesa y suerte de mi, había sitio.
Tiempo para secarse, ducharse y volverse a secar. Después cena en el mesón del pueblo y a dormir.
Parte de daños: duele un poco todo, pero con ánimos después de esta dura etapa.
